Es un conjunto de piezas circulares de gran formato que funcionaban a modo de diario y plasmaban mi frenético ritmo de vida en aquel momento: madre primeriza de un niño, acabando mi tesis doctoral y tratando de darle continuidad a mi carrera artística.
El ámbito privado aparecía como composiciones muy barrocas que reflejaban un espacio y un tiempo reducido, lleno de tareas que hacer -y muchas simultáneamente- y sin un poco de tiempo para el descanso o la reflexión.